miércoles, 13 de julio de 2011

SUEÑO

Mi hermana tiene desde hace años un león muy grande, de peluche.

Mi hermana ha decidido instalarse unos días en mi casa.


Una de las primeras cosas que hemos hecho juntas ha sido abrir una puerta de mi casa que yo nunca había abierto, y descubrir una enorme cocina antigua, llena de polvo, bañada por una blanquísima luz natural. Con una cámara de vídeo que mi hermana ha sacado de su chistera de las sorpresas, nos hemos grabado abriendo y cerrando los desportillados armarios metálicos, los herrumbrosos cajones con tiradores azules. Sacando y acariciando vajillas antiguas, cubiertos de plata, jarras de loza, cajas de lata llenas de galletas.


Después, me he tumbado a echar la siesta. Ha sonado mi alarma del despertador y me he levantado sigilosamente. Dos leones dormían en el salón: uno sobre el radiador; el otro, mi hermana, sobre la mesa frente a la televisión encendida.


Me he vuelto a acostar y a quedarme dormida. Hacía calor. Un ruido de monedas desaparramadas por el suelo me ha sobresaltado un rato pasado un rato, pero yo no me he movido ni he abierto los ojos. Mi hermana el león ha venido a mi cuarto y me ha susurrado: "Ela, me voy". La he oído perfectamente, pero me he hecho la dormida hasta que sus pasos han atravesado el umbral por delante de su portazo.


Y entonces me he levantado de la siesta.


Y acto seguido me se despertado de la siesta real.

1 comentario:

  1. jo ela, no se como tomarme esto, ser una leona es bueno o malo? curioso que yo el jueves pasado soñara con dos leones que me perseguían en mi casa! qué te parece?
    kktxu

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